La sostenibilidad no sólo marca el futuro en la construcción de vivienda nueva, sino que aporta nuevos modelos económicos que respaldan el futuro financiero de las familias. En este sentido, las casas industrializadas se proponen como el éxito de los hogares del futuro en muchos sentidos.
El reducido plazo de entrega, una mejor ejecución de los proyectos, un nivel de personalización máximo de las viviendas, la precisión de los acabados, así como la aplicación de nuevas tecnologías, los niveles de calidad del aire y el alto nivel de ahorro económico hacen que la adquisición de casas industrializadas sea la mejor opción no sólo en cuanto a sostenibilidad se refiere, sino de cara a un futuro integral completamente adaptado a los tiempos que están por venir.
Las Casas Industrializadas resuelven los problemas de Sostenibilidad y Salud.
Nos encontramos viviendo la mitad del primer trimestre del 2021 y seguimos inmersos aún, en un ambiente de incertidumbre que sigue despertando la inquietud por movernos a pasos agigantados hacia un nuevo rumbo en el que se augure mayor visibilidad de cara a un futuro de mayor equilibrio, estabilidad y certeza.
La salud ha sido indiscutiblemente el tema protagonista del 2020 pero, no por ello el único tema que mantiene despiertas las alarmas de nuestra sociedad.
La preocupación por las reservas naturales y los recursos energéticos de nuestro planeta siguen siendo un tema mundialmente alarmante que, aunque la crisis sanitaria hubiera dejado en recesión durante el último año, a vistas al futuro próximo la construcción, la habitabilidad, la economía y el equilibrio entero de las sociedades apuntan hacia un mismo sitio, sostenibilidad.
Desde la agenda urbana española, los planes estatales de vivienda, las financiaciones de los bancos y hasta los objetivos 2030 y 2050 de la Unión Europea fijan la sostenibilidad como el único futuro de próximas generaciones en el mundo entero.
La realidad a la que se aspira es la de aminorar las cifras que hoy definen a la construcción en calidad de estadísticas de consumo y gasto energético. La realidad a día de hoy es que los edificios consumen un 42% de los recursos energéticos del planeta y que, además generan el 35% de emisiones de gases por efecto invernadero en la Unión Europea.
Entre los principales responsables de estos números estadísticos está el uso de materiales altamente contaminantes que no sólo no permiten su reciclaje, sino que, además requieren de grandes cantidades de energía para manipularse durante el proceso completo de construcción; desde su producción, el transporte y por supuesto, su mantenimiento.
Entre los materiales más contaminantes destaca el Hormigón, que según el artículo en The Guardian, es el responsable del 7% de las emisiones de Dióxido de Carbono en todo el planeta. Este alto nivel de gasto energético y de producción de desechos ha sido una de las causas principales de que el sector de la construcción contribuya en gran medida al calentamiento global y el consumo de los recursos naturales del planeta y ante esta situación, las casas industrializadas se presentan como una gran solución.
Las casas industrializadas son la solución a los problemas del futuro.
Esta realidad conlleva a que la industria de la construcción se enfrente ante dos grandes retos que marcan el nuevo paradigma sobre la construcción y el futuro de la vivienda nueva. La demanda de infraestructura sostenible y la creación de nuevas tecnologías en busca de soluciones y materiales sostenibles han provocado que el sector de la construcción se abra ante un mundo de nuevos talentos que le inspiren a la creación de nuevas tecnologías que, a su vez le ayuden a conseguir alcanzar un gran reto.
“Las casas industrializadas son el resultado de conjugar construcción y sostenibilidad en donde construir y habitar formen parte del mismo ejercicio”.
Ante esta coyuntura, el desarrollo de nuevos materiales y productos de mayor versatilidad que permitan al mismo tiempo conceder funciones prácticas y estéticas o la creación de softwares, nuevas metodologías como BIM o súper estructuras impresas en 3D resultan ser soluciones cada vez menos futuristas y más realidad.
Gracias a las legislaciones impuestas por los gobiernos en todo el mundo y organismos internacionales, surgen estándares y certificaciones que abogan por controlar los sistemas de construcción con la intención de aminorar el deterioro del medio ambiente. Como mencionamos en anteriores artículos, la Clasificación BREEAM, el Sistema LEED o el Sistema Verde entre muchos otros, buscan reducir el alto impacto del deterioro medio ambiental facilitando la construcción de nuevas edificaciones y la rehabilitación de edificios que incorporen nuevos sistemas de uso menos contaminantes.
Ante esta situación y aunado al ambiente que la pandemia ha dejado, el 2021 queda definido por una atención importante sobre el futuro de las construcciones en calidad de viviendas. En este punto la Certificación Passivhaus cobra un importante protagonismo en la fabricación de las casas industrializadas y llega para quedarse y cubrir las demandas que la directiva europea 2010/31 define en relación a la eficiencia energética de las obras nuevas y la rehabilitación de los edificios. Y no es de extrañarse, ya que las construcciones Passivhaus consiguen reducir hasta un 75% el gasto energético a través de la simple optimización de los recursos existentes.
El aprovechamiento de la radiación solar en su totalidad, los sistemas de ventilación y de aislamiento, así como la óptima orientación crean una condición atmosférica de máximo confort que supone al mismo tiempo un ahorro energético altamente considerable.
Con más de 50 años en el sector de la construcción industrializada, en Cortabitarte creamos soluciones inteligentes para hogares de éxito. Aquí puedes encontrar otras 5 razones para elegir una vivienda modular, una vivienda del futuro.